LA ORQUÍDEA
La orquídea estuvo rígida y seca
casi dos años
Parecía muerta
Mi padre dice que son cosas de plantas
que sin más se devuelven
a la vida.
Sé que es Ella
Por el modo en que me fisgonea
por cómo se dirige hacia mí
con su grito silencioso
y su mirada centellante en su flor
abierta
De tal modo que parece que solo
yo hablo y decido
y aunque me resista a cuidarla
lo hago
Y almuerzo con ella
Y le doy los buenos días y me despido
también
Me pregunto –ella no lo sabe– cuándo terminará
la estación de las orquídeas
El jardín florece cada vez más salvaje
Y se va apoderando de la casa
Pero solo Ella y yo lo sabemos
Mi padre no se entera
Siempre ha sido así